lunes, 8 de julio de 2013

Ejemplo en espíritu.




Seguimos aprendiendo de 1a Timoteo 4:12 que dice 

"Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza."

Hoy examinamos la expresión "ESPÍRITU" 
Esta expresión no se refiere al Espíritu Santo, ni al espíritu del que estamos conformados como seres humanos; Sino mas bien al espíritu (o animo) que podemos contagiar a otros para emprender cosas.

Pablo le escribe a su discípulo que debe ser ejemplo para los demás en su animo. Ponte a pensar...cuando alguien es un amargado o pesimista todo el tiempo ¿te motiva esta persona a seguir adelante o hace que te desanimes? 
Como creyentes estamos llamados a ser ejemplo en esta área también  no se trata de fingir alegría y no ser realistas, pero nuestro enfoque debe estar siempre en lo que Dios puede hacer y no solo enfocarnos en los problemas o en las personas, de ahí viene también el pesimismo y amargura.

Veamos rápidamente el ejemplo de Apolos en hechos 18:25 -27

"Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. 
Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios. 
Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los discípulos que le recibiesen; y llegado él allá, fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído;"


Este hombre tenia un espíritu fervoroso para compartir sobre Dios aunque no conocía completamente todo sobre Jesús  pero cuando Priscila y Aquila le explican, es todavía de mucha mas ayuda y provecho para los demás creyentes, creo que fue clave su buen "Espíritu"

Debemos tener cuidado con lo que estamos transmitiendo a los demás, ya demasiados creyentes están transmitiendo pesimismo, celos, envidias, chismes y tantas otras cosas que no ayudan al avance del reino y nosotros no debemos prestarnos a eso.

La pregunta que debemos hacernos es ¿Soy yo un ejemplo en espíritu? o ¿Soy un mal ejemplo en esta área?. Siempre hay tiempo de crecer y madurar para glorificar a Dios.

Se ejemplo en espíritu con el animo que transmites a los demás.

Seguimos en contacto.